Desde hace unos años tenemos un nuevo compañero en verano procedente de los bosques tropicales. Así es, hablamos del mosquito tigre, un pequeño mosquito con una característica que le diferencia físicamente del resto de mosquitos, unas rayas blancas a lo largo de su cuerpo.
El mosquito tigre ha pasado desapercibido por la población, llegando incluso a confundirlo con otras especies de mosquitos habituales en España. Cuando se acercan estas fechas, donde el verano es su periodo de mayor actividad, podemos llegar a sufrir las picaduras de este mosquito que, aunque algunos síntomas sí son similares al del resto de mosquitos autóctonos, puede presentar algunas molestias más severas.
La picadura del mosquito tigre
Es difícil detectar al mosquito tigre en nuestro entorno ya que su vuelo bajo y silencioso, así como su pequeño tamaño, lo hace prácticamente imperceptible a simple vista. Es precisamente esta característica, su vuelo bajo, la que produce que la gran mayoría de picaduras de mosquito sean en las piernas.
La picadura del mosquito tigre se caracteriza por unos síntomas que, como ya hemos mencionado, se parecen a las de sus hermanos autóctonos en España, enrojecimiento de la piel, hinchazón y picor. Lo que diferencia a sus picaduras es una mayor hinchazón y un picor mucho más intenso, acompañado en ocasiones de dolores producidos por la picadura.
Si bien es cierto que el mosquito tigre es bastante molesto por sus picaduras, se ha de saber que este mosquito además puede llegar a transmitir determinadas enfermedades. Por ello hay que tener especial cuidado y tratar de evitar en la medida de lo posible las picaduras de este mosquito. Para ello podremos utilizar un repelente de mosquitos como Relec.